La Guardia Civil desmantela una red internacional de robo y tráfico de vehículos que operaba en Guipúzcoa

La Guardia Civil desmantela una red internacional de robo y tráfico de vehículos que operaba en Guipúzcoa

16/03/2010

 

 
  •    Existen diversos perjudicados por robos de vehículos, robo de documentaciones, estafados por compra de vehículos sustraídos, compra de motos impagadas y apertura de créditos sin autorización
  •   Han sido detenidas diez personas por su implicación en los hechos
  
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Guipúzcoa, ha desmantelado una red internacional dedicada al robo y falsificación de vehículos de gama media-alta, entre otros hechos delictivos, y que posteriormente eran vendidos a particulares que desconocían la ilícita procedencia de los automóviles.
 
Hasta el momento han sido detenidas e implicadas en los hechos diez personas y se han localizado diecinueve vehículos tipo turismo, cuatro motocicletas, un ciclomotor y dos quads.
 
Las actuaciones llevadas a cabo por la referida Unidad y de las que entiende el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Tolosa, se han desarrollado secuencialmente durante el último año en las Comunidades del País Vasco, Navarra, Aragón, La Rioja, Cantabria, Cataluña, Valencia, Castilla la Mancha y Andalucía.
 
Los turismos intervenidos habían sido sustraídos en Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y España, siendo legalizados con documentaciones también sustraídas íntegramente en Bélgica.
 
 
Los miembros de esta red delictiva actuaron en España entre finales del 2006 y principios de 2008. Para dar apariencia de legalidad a las operaciones, “maquillaban” (modificaban) el número de bastidor de los vehículos, ocultándolo bajo otra numeración correspondiente a la documentación previamente robada y obtenida de otro vehículo de iguales características que se encontraba circulando legalmente en Bélgica, consiguiendo con este procedimiento que ante la consulta policial de la situación del mismo en el país de origen, desde allí se indicara que no figuraba en la lista de robados.
 
El método empleado para el “maquillaje” consistía en una sofisticada y artesanal implantación de un nuevo número de bastidor superponiendo una placa troquelada sobre el antiguo. Con esta técnica de falsificación consiguieron superar los controles en las ITV´s y en las Jefaturas de Trafico que documentaron los vehículos y en algunos casos refrendaron hasta cinco transferencias.
 
La banda ha dificultado la investigación al llegar incluso a realizar la supuesta sustracción de un vehículo a su propietario el día anterior a una inspección programada por la Guardia Civil, ante la segura incautación del mismo y en consecuencia aportación de nuevas pruebas inculpatorias.
 
Las pesquisas llevadas a cabo sobre otros vehículos no intervenidos que la misma organización tuvo en su poder han permitido descubrir otras formas de actuación y no se descarta que coches matriculados en España con un número de bastidor legal figuren con el mismo número de bastidor en otro país.
 
Diecisiete personas, entre ellos catorce guipuzcoanos, han sido víctimas de esta estafa ya que adquirieron de buena fe un vehículo importado de gama media-alta a un precio interesante. A estos afectados deben añadirse otros quince ciudadanos belgas que fueron víctimas del robo de sus documentaciones, que se suman a los diecisiete propietarios europeos a los que les habían sustraído su vehículo.
 
 
Estos ciudadanos perjudicados se suman a otros afectados por la compra de motocicletas y ciclomotores que carecían de documentación por proceder del impago que una empresa de compraventa ubicada en Vitoria contrajo con una multinacional de motos con sede en Hong-Kong y representación en Guadalajara, basada en una promoción publicitada en un diario deportivo que lógicamente desconocía la intencionalidad.
 
El presunto cabecilla de la organización, además de las operaciones ilegales antes descritas, formalizó a varias personas créditos bancarios sin autorización, aprovechando la documentación que ponían a su disposición en el concesionario para la compra o reserva de un vehículo. Este implicado falsificaba la firma y con ello causaba graves perjuicios económicos a estos posibles clientes al tener que afrontar por sorpresa la amortización de un préstamo no solicitado.
 
El valor aproximado de todos estos hechos delictivos sobrepasa los 500.000 euros.