Barcelona acogerá el Centro de Evaluación y Avisos de Tormentas de Arena y Polvo Atmosférico para Europa, Norte de África y Oriente Medio

Representantes de ambas instituciones con la Secretaria de Estado y el Delegado del Gobierno

26/04/2010

Convenio entre AEMET y el Centro Nacional de Supercomputación


El centro surge como una propuesta de AEMET a la Organización Meteorológica Mundial y es el segundo nodo mundial junto con el de China que proporcionará este tipo de servicios.

Su misión será desarrollar un programa de vigilancia continuada y de predicción sobre este factor de riesgo para el medio ambiente, la salud, la agricultura y el transporte aéreo.

Los climatólogos están convencidos de que el polvo y la arena representan un factor clave para comprender el cambio climático.

Hoy ha tenido lugar la firma del convenio entre la Agencia Estatal de Meteorología y el Centro Nacional de Supercomputación por el que Barcelona acogerá la sede del Centro de Evaluación y Avisos de Tormentas de Arena y Polvo Atmosférico para Europa, Norte de África y Oriente Medio.

En el acto de la firma, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, ha destacado la capacidad de España de responder a la solicitud de la Organización Meteorológica Mundial para liderar un proyecto que requiere una especialización profunda y colaboración entre casi una treintena de organizaciones que aportan al centro datos de observación y proyectos de investigación.

El convenio ha sido firmado por el presidente de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ricardo García Herrera, y el director del Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), Mateo Valero. El acto ha sido presidido por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel i Tarrés.

Con la firma de este convenio, la ciudad condal se convierte en una de las dos sedes,- la otra es Pekín, en la que ya está funcionando un centro de predicción en esta materia- del proyecto desarrollado por la Organización Meteorológica Mundial para llevar a cabo la vigilancia continuada y la predicción del contenido de arena y polvo en la atmósfera.

El polvo y la arena atmosféricos constituyen un importante factor de riesgo para el medio ambiente y la salud y un elemento negativo para sectores como la agricultura y el transporte aéreo. Por el contrario, su papel en el transporte de nutrientes minerales favorece el desarrollo de los ecosistemas marinos y de la pesca. Por otro lado, los climatólogos están convencidos de que el polvo y la arena representan un factor clave para comprender el cambio climático.

El Centro de Barcelona concentrará y procesará productos de observación procedentes tanto de estaciones terrestres como de satélites. En este sentido, existen ya acuerdos de cooperación con la Agencia Espacial Europea y con EUMETSAT, el consorcio europeo para la explotación de satélites meteorológicos.

Concentrará también productos obtenidos a partir de modelos numéricos de predicción. Una vez procesada, esta información permitirá realizar pronósticos más precisos y a más largo plazo del contenido atmosférico de polvo y arena.

Los productos elaborados en el Centro de Barcelona permitirán una mejor evaluación de los niveles de calidad del aire en Europa. Sin embargo, esta información es especialmente importante para los países africanos del Sahara y del Sahel, donde las tormentas de polvo y arena constituyen un gravísimo problema sanitario, además de un importante lastre para el desarrollo de algunos sectores económicos.

En este aspecto, se ha acordado la colaboración con distintos programas de la Organización Mundial de la Salud, en particular con MERIT, un proyecto destinado a reducir los estragos que la meningitis causa cada año en el África subsahariana.
 

Información en la Agencia Estatal de Meteorología

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