Crespo: “El Plan Hidrológico del Guadalquivir prima la calidad del agua, sin olvidar la demanda de los usuarios”

Crespo: “El Plan Hidrológico del Guadalquivir prima la calidad del agua, sin olvidar la demanda de los usuarios”

17/05/2013

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Plan Hidrológico del Guadalquivir, cuyo objetivo principal es el de desarrollar una gestión integrada del recurso agua bajo parámetros de sostenibilidad. La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha asegurado hoy, horas después de la aprobación del plan, que esta herramienta es “un plan sostenible en el que prima la calidad del recurso, pero sin olvidar las demandas de los usuarios”.

En este sentido, ha explicado que el Plan Hidrológico del Guadalquivir incrementa la disponibilidad de agua, protege la calidad del recurso, economiza el empleo de agua y racionaliza los usos de ésta en armonía con el medio ambiente. Crespo ha asegurado que “hoy es un buen día para Andalucía” porque el Consejo de Ministros, no solo ha aprobado el Plan Hidrológico del Guadalquivir, sino que también ha autorizado la inversión prevista por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para actuaciones de mejora del dominio público hidráulico. Con esta partida, tal y como anunció en su día la CHG, se va a acometer un total de 104 actuaciones en toda la cuenca (29 en la provincia de Córdoba, 22 en la de Granada, 25 en Jaén y 28 en Sevilla).

Respecto al Plan Hidrológico del Guadalquivir, Crespo ha elogiado el trabajo desarrollado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para la elaboración del mismo y ha recordado que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero debió presentar todos los planes de cuenca en 2009, pero que al término de la legislatura pasada solo dejó aprobado el de las cuencas internas catalanas, que ayer anuló el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. De esta forma, ha señalado, “el incumplimiento del Ejecutivo de Zapatero ha situado a España en la lamentable situación de ser el único país de la Unión Europea” que no presentó en 2009 sus planes de cuenca, por lo que ahora se enfrenta a posibles sanciones.

APOYO MAYORITARIO
La delegada del Gobierno también ha puesto de relieve el respaldo mayoritario de todos los sectores hacia el plan hidrológico que votaron a favor en el Consejo Nacional del Agua (las comunidades de Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, las entidades locales, los sectores eléctrico y de abastecimientos, las asociaciones agrarias, todas las comunidades de regantes y las organizaciones empresariales) y ha lamentado la postura “partidista” que ha mantenido la Junta de Andalucía durante todo el proceso de la aprobación del plan.

Crespo ha recordado que la Junta de Andalucía se abstuvo en el Consejo del Agua del Guadalquivir y que tres meses más tarde votó en contra del plan en el Consejo Nacional del Agua modificando sus argumentos para poner sobre la mesa otros distintos que “no se sostienen” y enfrentarse de nuevo al Gobierno de Mariano Rajoy. En este sentido, ha asegurado que no entiende la oposición de la Junta de Andalucía al plan, siendo “vital para los intereses de la comunidad autónoma”.

Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero, ha señalado que el plan hidrológico beneficiará a más de cuatro millones de personas que habitan en la cuenca del Guadalquivir y que, entre los grandes objetivos del documento, destaca la consecución del buen estado y la adecuada protección de las masas de agua, lograr la satisfacción de las demandas del recurso y conseguir el equilibrio y la armonización del desarrollo regional y sectorial incrementando las disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medio
ambiente.

El programa de medidas que incorpora el Plan Hidrológico es un elemento clave en el que se describen las actuaciones a desarrollar para alcanzar los objetivos de la planificación hidrológica. Cuenta con inversiones de todas las administraciones de 4.073 millones de euros a desarrollar hasta el año 2027.

La delegada del Gobierno ha destacado que el plan contiene medidas para garantizar la calidad de las aguas y la eficiencia del recurso. Mediante la adecuada regulación se garantiza el suministro de abastecimiento a la población, a la industria y al sector agrario. La cuenca del Guadalquivir riega una superficie de 800.000 hectáreas. El plan establece que los usuarios del sector agrícola, que consumen el 80 por ciento de los recursos de agua del Guadalquivir, deben hacer un uso más eficiente del agua e incorporar mejoras para la modernización de los regadíos.

TRATAMIENTO ESPECIAL PARA DOÑANA
Por otro lado, tanto Crespo como Romero han puesto de relieve que el Plan Hidrológico del Guadalquivir contempla medidas importantes para la preservación del Parque Nacional de Doñana y también para limitar la sobrexplotación del acuífero Almonte-Marismas.

En este sentido, han explicado que el propio plan contempla medidas genéricas de
eficiencia que beneficiarán a Doñana, pero que también el Parque Nacional recibe un “tratamiento especial” en el documento, por lo que aplica medidas específicas. Entre ellas, Romero ha resaltado que se recupera el personal de guardería para el
control de extracciones, incluyendo técnicas de teledetección, y se revisarán los títulos de derecho al uso del agua de los aprovechamientos existentes. Además, el Plan Hidrológico del Guadalquivir incorpora un programa de estudio e investigación de masas de agua subterránea, a la vez que cuantifica en 15 hectómetros cúbicos las necesidades de aportación de nuevos recursos superficiales de otros ámbitos de planificación hidrológica para sustituir parcialmente las extracciones de agua de la masa subterránea de Almonte- Marismas para mejorar los ecosistemas dependientes de la misma.

En el nuevo documento se establece también una reorganización de los sistemas de explotación. En aras al equilibrio territorial en la totalidad de la demarcación, la CHG ha desarrollado un intenso trabajo con el fin de integrar en un sistema único la mayor extensión posible de la cuenca, lo que permitirá ofrecer las mismas garantías a los distintos usuarios apostando por una gestión basada en la unidad de cuenca. Por este motivo, se reducen de 15 a 8 los sistemas de explotación incorporando al Sistema de Regulación General todos los territorios con capacidad de interconexión entre sí.

De esta forma, el 73% de la demarcación queda integrado en el Sistema de Regulación General, mientras que se establecen los sistemas parciales de explotación del Guadiamar, el de abastecimiento a Sevilla, abastecimiento de Córdoba, abastecimiento de Jaén, Hoya de Guadix, Alto Genil y Bembézar- Retortillo. Sobre cada uno de ellos se ha realizado un análisis para la obtención de los balances y la determinación de las asignaciones correspondientes.

CAUDALES ECOLÓGICOS
Por otro lado, el nuevo Plan Hidrológico da un salto cualitativo en la implantación de los caudales ecológicos como una restricción impuesta a los sistemas de explotación. Debido a la problemática de la escasez de agua existente en la cuenca se hace imprescindible determinar los caudales que deben circular en la misma para alcanzar los objetivos medioambientales marcados por el Plan Hidrológico.

En este sentido, y tras un intenso proceso de concertación llevado a cabo con los agentes interesados (administraciones competentes, expertos, asociaciones agrarias, sector energético, comunidades de regantes, organizaciones conservacionistas y otras organizaciones sociales) se han determinado los caudales mínimos circulantes a lo largo de toda la cuenca del Guadalquivir, así como los caudales máximos en algunos puntos significativos.

El nuevo Plan Hidrológico conforma un extenso documento en el que, además, se identifican y delimitan las masas de agua que conforman la demarcación del Guadalquivir (ríos, embalses, lagos, aguas subterráneas, aguas de transición y aguas costeras) y sobre ellas se definen los objetivos medioambientales que se deben alcanzar. Asimismo, el nuevo documento recoge el inventario de recursos y presiones existentes en la cuenca del Guadalquivir y se cuantifican los volúmenes de agua que demandan los diferentes usos presentes en la cuenca. A partir de ello se determinan las dotaciones para cada uno de ellos (abastecimiento, agricultura, usos industriales y otros usos).