8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

08/04/2016

Como mujer, hablar del Día Internacional de la Mujer es hablar de nuestra historia como ciudadanas de primera. Es hablar de celebración, de logro, pero de una celebración que comenzó con un estallido de muerte de 146 mujeres calcinadas. Mujeres trabajadoras que murieron defendiendo sus derechos en 1908 luchando por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
108 años después todavía al hablar de mujer debemos hacerlo de la necesidad de empoderamiento (aumento de participación de las mujeres en procesos de toma de decisiones y acceso al poder) de resilencia (capacidad para superar a la adversidad y salir fortalecida de ella). Términos nuevos, incluso poco conocidos por muchas mujeres, que nos demuestran que todavía debemos recorrer un largo trecho para conseguir una igualdad de pleno derecho.
La ONU ha elegido como tema para el Día Internacional de la Mujer este año “Por un Planeta 50-50 en 2030”. Con este lema quiere impulsar la aplicación efectiva de los nuevos compromisos de los gobiernos bajo la iniciativa “Demos el paso”.
El Día Internacional de la Mujer es un momento de reflexión sobre los progresos alcanzados, una llamada al cambio, una celebración de los actos de valor y determinación tomados por las mujeres corrientes que han tenido un papel extraordinario en la historia de sus países y comunidades. Ya no somos consideradas parte de otros, media naranja de nadie. Somos seres completos, únicos y con capacidad para que nadie nos pueda hacer sentir inferiores sin nuestro consentimiento.
Ya en el siglo XIX Concepción Arenal dijo; “lo primero que necesita la mujer es afirmar su personalidad, independientemente de su estado, y persuadirse de que soltera, casada o viuda tiene deberes que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que no depende de nadie, un trabajo que realizar, y la idea de que la vida es una cosa sería y grave y si se la toma como un juego ella será indefectiblemente un juguete”
Pero todavía debemos hacer un llamamiento desde la Unidad de Coordinación contra la Violencia Sobre la Mujer para que las brechas que todavía existen como la conciliación de la vida familiar y laboral, la responsabilidad compartida entre hombre y mujeres en el ámbito de la conciliación, la eliminación de la violencia sobre la mujer se suavicen hasta llegar a desaparecer. Hasta llegar a construir un mundo donde las mujeres seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres (Rosa Luxemburgo).

 

Mª Teresa Fernández Martín
Jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia de Género